23 Cours Charlemagne, 69002 Lyon
El hotel Charlemagne le da la bienvenida al sur de la península lionesa, en un barrio donde el legado industrial convive hoy con una arquitectura contemporánea audaz. A solo cinco minutos a pie de la estación de Lyon-Perrache, se accede fácilmente al transporte público, ya sea metro o tranvía. Su ubicación le permite moverse por la ciudad con total facilidad, ya sea que venga por negocios o para descubrir las múltiples facetas de Lyon.
Detrás de una fachada sobria, la atmósfera del lugar se revela desde la entrada. El mobiliario de líneas actuales, los materiales cuidadosamente seleccionados y los juegos de luz crean un ambiente acogedor y elegante, reflejo del barrio en plena transformación. Descubrirá un establecimiento organizado en torno a dos edificios conectados por una amplia terraza arbolada y un jardín interior. Este entorno, a la vez animado y relajante, ofrece un respiro bienvenido en el corazón de la ciudad.
Las 117 habitaciones del hotel se presentan en varias atmósferas, combinando inspiraciones modernas con elementos más clásicos. Algunas se abren hacia la iglesia de Sainte-Blandine, otras hacia el curso Charlemagne o al patio interior florido. En cada habitación, la ropa de cama es de calidad, las ventanas están bien aisladas y los equipos cumplen con las expectativas de un alojamiento de cuatro estrellas: aire acondicionado, baño privado, pantalla plana, conexión Wi-Fi, y en algunas, un balcón para prolongar los momentos de relajación.
Los espacios comunes contribuyen a la atmósfera tranquila del hotel. La terraza exterior invita a tomarse un momento de descanso, con un vaso en la mano, lejos del bullicio urbano. Ya sea que esté de paso por una noche o en una estancia más larga, este jardín compartido se convierte rápidamente en un lugar familiar, propicio para conversaciones, lecturas o contemplación.
En cuanto a la restauración, el hotel alberga un restaurante con un nombre evocador, La Bibliothèque. En un entorno cuidado, este lugar ofrece platos inspirados en la tradición gastronómica lionesa. Los productos regionales son el centro de atención, en un menú que evoluciona con las estaciones. El bar Le Mélèze completa la oferta, con una selección de bebidas para disfrutar en la sala o en la terraza, cuando el clima lo permite.
Cada mañana se ofrece un desayuno buffet, generoso y variado. Encontrará especialidades locales que dan un adelanto de la cultura gastronómica de la región. Es posible tomar este desayuno en la sala prevista para ello o en la habitación, para prolongar la suavidad de un despertar sin prisas.
Los viajeros profesionales aprecian los numerosos equipos dedicados a reuniones y eventos. El hotel dispone de siete salas de reuniones modulares, así como un anfiteatro con capacidad para 121 personas. Estos espacios, en su mayoría abiertos al exterior, favorecen la concentración y el intercambio. Están equipados con todo lo necesario para acompañar cualquier tipo de reunión.
El hotel también ofrece una sala de proyección privatizable, para usos profesionales o momentos de relajación al estilo de un CineClub. Esta iniciativa original añade una dimensión inesperada a la experiencia de la estancia.
El personal asegura una recepción continua, con una recepción abierta las 24 horas, un servicio de consigna de equipaje y una conserjería disponible para facilitar su llegada. También se ofrece servicio a la habitación, así como un servicio de limpieza en seco. Se ponen a disposición periódicos, y el personal es atento y servicial, según los comentarios expresados por viajeros anteriores.
Las habitaciones están diseñadas para satisfacer diferentes expectativas: algunas ofrecen un entorno más contemporáneo, otras recuerdan una atmósfera más tradicional. Todas priorizan la claridad y el confort, con espacios bien pensados y acabados cuidados.
El establecimiento no dispone de habitaciones adaptadas para personas con movilidad reducida, pero el equipo puede orientar a los viajeros interesados hacia un alojamiento asociado. Esta preocupación por la transparencia forma parte de la acogida atenta reservada a cada visitante.
Desde el hotel Charlemagne, puede llegar fácilmente a varios puntos de interés importantes. A menos de quince minutos a pie, el museo del Textil lo sumerge en la historia de la seda lionesa. Unos pocos paradas de tranvía bastan para llegar al museo de las Confluencias, cuya arquitectura futurista alberga exposiciones cautivadoras sobre ciencias, sociedades y antropología.
Si desea explorar la ciudad a pie, la plaza Bellecour está a solo veinte minutos caminando. Desde allí, puede continuar su paseo hacia el barrio de Saint-Jean, corazón histórico de Lyon. Sus traboules, patios ocultos y callejuelas empedradas ofrecen una inmersión directa en la historia local, a través de una atmósfera medieval aún palpable.
Un poco más arriba, la colina de Fourvière le invita a descubrir la basílica del mismo nombre, accesible en funicular. La vista panorámica sobre la ciudad es impresionante, y los jardines circundantes permiten una pausa sombreada antes de descender nuevamente hacia el centro.
Para una escapada urbana diferente, el parque de la Tête d'Or, con sus senderos bordeados de árboles, su zoológico de acceso gratuito y su gran lago, constituye un refugio natural muy apreciado. Ya sea que elija pasear por los invernaderos o alquilar un pedaló, este vasto espacio verde es un pulmón de oxígeno en el corazón de la ciudad.
La península está llena de tesoros arquitectónicos y culturales: la Ópera, el teatro de los Célestins, la plaza des Terreaux, pero también numerosas galerías y lugares de exposición, para descubrir a lo largo de sus paseos. El hotel Charlemagne ofrece un punto de partida ideal para explorar estas diferentes facetas de Lyon, entre modernidad y patrimonio.
Este lugar le propone una experiencia completa, en un entorno cuidado, dentro de un barrio en plena evolución. Accesible, cómodo y acogedor, lo acompaña durante toda su estancia, ya sea profesional o dedicada al descubrimiento.
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Desde 33 EUR por noche