59 Avenue Maréchal Foch, 69006 Lyon
La dirección se distingue primero por su discreción. Un rellano modesto, una entrada discreta, un ascensor en el centro de una vieja escalera de piedra: el Hotel Foch no busca impresionar a primera vista. Sin embargo, una vez que se cruza la puerta, todo cambia. El entorno revela un encanto discreto, cuidadosamente mantenido, donde la calma se impone de manera natural. En este barrio residencial del 6º distrito, reconocido por su elegancia y tranquilidad, este hotel independiente ofrece una atmósfera apacible y confidencial.
El establecimiento se encuentra en un edificio antiguo, catalogado, lo que le confiere una verdadera personalidad. El contraste entre la arquitectura clásica del lugar y la sobriedad contemporánea de la decoración crea un ambiente suave y agradable. Algunos toques decorativos bien elegidos añaden al conjunto una cierta calidez, sin caer nunca en un exceso decorativo. La entrada es discreta, pero la calidad de la recepción es constante, con un equipo atento disponible día y noche en la recepción.
Dieciséis habitaciones componen este hotel a escala humana, lo que permite a cada huésped disfrutar de un verdadero sentimiento de atención y tranquilidad. Cada habitación tiene su propio universo, con tonos sobrios, un mobiliario adecuado y elementos elegidos cuidadosamente. Algunas están pensadas para una sola persona, otras más espaciosas son perfectas para una estancia en pareja o en familia. En cualquier caso, predomina la sensación de intimidad y confort.
Todas las habitaciones están climatizadas y equipadas con camas confortables, televisión de pantalla plana, un escritorio y caja fuerte. La conexión Wi-Fi está disponible sin costo, y los baños están bien diseñados, con albornoces, zapatillas y secador de pelo a disposición. La presencia de un ascensor facilita el acceso a los pisos, aunque su pequeño tamaño no es adecuado para todos los perfiles.
El desayuno, servido en forma de bufé, incluye bollería, frutas frescas y secas, yogures, quesos, embutidos y otras opciones equilibradas. Puede disfrutarse en el salón común o en la habitación, sin coste adicional. Este momento matutino prolonga la atmósfera tranquila que reina en el establecimiento y permite empezar bien el día.
También hay un bar disponible, discreto pero agradable, donde es posible tomar una bebida mientras se hojea un periódico o se disfruta de un momento de descanso. Este espacio de paso, a la vez sencillo y confortable, refleja el espíritu del hotel: acoger sin ostentación, pero con cuidado.
El personal está disponible para responder a sus necesidades a cualquier hora, y también puede ayudarle a organizar sus desplazamientos, reservar una visita o aconsejarle sobre los barrios que descubrir. Hay un servicio de consigna para llegadas anticipadas o salidas tardías, y se ofrece estacionamiento privado, previa reserva, cerca del hotel para los clientes con vehículo.
El hotel está dirigido tanto a viajeros de negocios como a quienes desean disfrutar de la riqueza cultural de la ciudad. Su capacidad limitada lo convierte en un lugar particularmente adecuado para quienes prefieren entornos tranquilos e íntimos frente a las grandes estructuras impersonales.
La ubicación del Hotel Foch permite llegar fácilmente a los distintos barrios de Lyon. La estación de metro más cercana se encuentra a un minuto a pie, lo que permite desplazarse rápidamente al centro histórico, la Presqu’île, la estación o la Cité Internationale. También se puede acceder a pie a las orillas del Ródano, así como al parque de la Tête d’Or, un verdadero oasis de verdor en la ciudad.
Los amantes del arte y la historia apreciarán la proximidad de varios lugares emblemáticos. El Museo de Bellas Artes, instalado en una antigua abadía, está a unos quince minutos a pie. Sus colecciones permanentes y exposiciones temporales lo convierten en uno de los museos más reconocidos de Francia. En el mismo perímetro, la Ópera Nacional de Lyon ofrece una programación variada que va desde la música barroca hasta creaciones contemporáneas.
Cruzando el Ródano, se llega rápidamente a las callejuelas del Viejo Lyon, con sus traboules, sus fachadas renacentistas y sus tiendas artesanales. La basílica de Fourvière, accesible en funicular o a pie para los más motivados, ofrece una vista impresionante de toda la ciudad.
Para los amantes de las salidas culturales, varios eventos marcan el año en los alrededores, empezando por la Bienal de Arte Contemporáneo o los conciertos del Auditorio de Lyon. El barrio de la Part-Dieu, de fácil acceso, también concentra instituciones culturales y galerías de arte, en un ambiente más contemporáneo.
Al hospedarse en el Hotel Foch, disfruta de una dirección céntrica y bien conectada, pero también de un entorno propicio para la relajación. La atmósfera del lugar, la discreción del servicio, la comodidad de las habitaciones y la calidad de los equipamientos responden a las expectativas de un público en busca de sencillez, calma y precisión.
Este lugar se aprecia por lo que es: un pequeño hotel con carácter donde se toma el tiempo, donde cada detalle está pensado para facilitar la estancia, y donde uno se siente cómodo desde el primer momento.
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Desde 79 EUR por noche